Gozos a la milagrosa imagen del Santísimo Ecce Homo de Burriana

Dios, por vuestra Pasión llena
de amargura y de dolor:
en el Mar de tanta pena
halle puerto el pecador

Ocultó la antiguedad
este Ecce-Homo lastimoso,
en un Sitio, el mas frondoso
de la Vasta Soledad.
Yació allí su Magestad
sin culto, obsequio, ni honor

Quantos Siglos debió estar
entre tinieblas y horror,
la imagen del Redentor
en tan obscuro Lugar!
No pudo el tiempo borrar
Su belleza y resplandor.

Llena de polvo, y basura
baxo de tierra se hallava
y aun en ella conservava
Su belleza y hermosura.
No se vió jamás Hechura
labrada con mas primor.

Sin duda que algun Christiano
la escondió en este Lugar,
para poderla librar
del furor Mahometano.
Prodigio fue soberano
ocultarse á su furor.

Mas llegó el año glorioso
de ochenta y siete en octubre
en que el Sol, que alli se encubre
en Cahos tan tenebroso;
se vistió de Luz; y hermoso
esparció nuevo esplendor.

El feliz descubrimiento
de esta Imagen soberana,
colma á toda Burriana
de gloria, dicha, y contento.
Conmovida en un momento
celebró su nuevo honor.

Causan nueva maravilla
los innumerables Votos,
de tantos fieles devotos
que frecuentan su Capilla
Que concurso el de esta Villa!
Y de otras no inferior.

Todo Pueblo comarcano
si viene con devoción
a rendirle adoración,
viene enfermo, y buelve sano.
O prodigio soberano
del Divino Redentor.

De los Milagros, que ha obrado
a favor de sus devotos,
testigos son sus Votos
y preséas que han colgado.
Testimonio autorizado
de su gratitud y amor.

Ya pues, ó Ecce-Homo glorioso
que tanto tiempo encubierto
quisiste ser descubierto
a este Pueblo numeroso;
dignaos a oir piadoso
sus suplicas, y fervor.

Dios, por vuestra Pasión llena
de amargura y de dolor:
en el Mar de tanta pena
halle puerto el pecador

(Nota: en la transcripción se ha utilizado la misma ortografía que en el original, que se puede ver en la imagen adjunta)